Desde el 1 de enero, el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social ha puesto en marcha el sistema de simplificación administrativa de los modelos de contrato laboral. El objetivo de la reforma es el de facilitar la contratación y reducir las trabas administrativas, favoreciendo la transparencia, facilidad y atractivo para empleadores y trabajadores. La modificación es canalizada a través del SEPE.
Claves y herramientas de la modificación
Con la modificación se ha pasado de 42 a 4 modelos de contrato, a saber: indefinido, temporal, de formación y aprendizaje y en práctica.
Sin embargo , y pese a las voces que claman por una mayor simplificación (desde la Unión Europea a colectivos que abogan por la creación de un contrato único con una indemnización por despido en función de la antigüedad del trabajador), lo cierto es que cada uno de estos cuatro contratos alberga una recua de modalidades no muy distintas al modelo anterior al 1 de enero.
De esta manera, en la modalidad de contrato temporal subyacen 26 variedades diferentes (obra y servicio, interinidad, etc.). Asimismo, el contrato indefinido contiene otras 17 versiones. Toda esta disparidad se debe a las características propias de cada trabajador (edad, género), los tipos de bonificación, causas económicas, etc. Es decir, si bien es cierto que se ha simplificado, la amalgama de opciones continua perenne.
El SEPE ha creado una Guía de Contratos que explica las diferentes opciones. Además, en su afán por la citada facilidad y transparencia, ha creado una asistente web que permite al empleador seguir una serie de pasos antes de conocer el tipo de contrato que debería que realizar. El proceso consiste en la elección de características agrupadas en cinco pasos: ¿qué tipo de empleador soy? ¿qué perfil deseo contratar? ¿qué jornada necesito? ¿qué tipo de contrato quiero? Cláusulas específicas.
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